Roberto Trotta: ser rebelde
Fue un zaguero central aguerrido, de mucha presencia y personalidad. Multicampeón con Vélez y River. Pero a Roberto Trotta no solo se lo recuerda por lo hecho y conseguido dentro del campo de juego, sino por su forma de ser. Rebelde, extrovertido e irónico. No se callaba nunca y siempre que consideraba necesario, ´picanteaba´públicamente a quien fuese. El propio defensor narra por qué forjó ese personaje…
“Mi forma de ser en lo personal es completamente distinta a lo que se veía públicamente. Sabía que tenía que disfrazarme de otra cosa porque no era un habilidoso. Me salía bien la parte de la rebeldía, de ir al frente. Contestaba todo lo que me decían, no me quedaba callado nunca. Me armé como un personaje para poder sobresalir y a veces no te podés bajar de ese personaje. A mí no me vino mal. Cuando estaba en River y no jugaba porque Ramón no me ponía, entendía que había dos centrales en un muy buen nivel como Berizzo y Ayala, pero yo quería jugar y no tenía problema en expresarlo públicamente. Necesitaba jugar por un tema personal y por eso hice el pedido para que me dejen ir a otro club en donde pueda tener más continuidad. Nadie quiere irse de River pero a mí me sirvió para después poder volver. Demostré a la gente, dirigentes y cuerpo técnico que mi intención era jugar no estar sentado en un banco. Me podría haber quedado en River tranquilo sin jugar porque económicamente me convenía más estar en el banco de River que ser titular en otro lado, pero sólo quería jugar sin importar dónde. Cuando metí ese famoso gol contra Newell´s en el Apertura 97, yo había ingresado por Celso, y en el festejo fui directo a encararlo a Ramón con la camiseta en la mano para dársela y decirle: “poneme alguna vez”. Antes de que eso suceda mis compañeros me frenaron, me corrían todos. Fue una locura. Hoy lo tomo con humor. Es un hecho que queda como anécdota”.
(Fragmento de una charla que Trotta mantuvo con el periodista Damián Giovino hace un tiempo)