Pedro Opeka: el argentino que necesita Argentina
Hace más de 40 años está en Madagascar. Cuando llegó, se encontró con una situación extremadamente lacerante e inhumana: pobreza atroz, promedio de vida bajísimo, ignorancia absoluta. Allí, realizó una obra humanitaria loable. Convenció a sus habitantes de que podían salir en base a sus propios esfuerzos y sacrificios. Con una labor milagrosa, levantó más de 15 pueblos (con casas, asfalto, centros médicos, escuelas, centros deportivos). Le dio dignidad a la gente con trabajo y educación. Les enseñó el rigor, la conducta y el compromiso. Les demostró que la única manera en que se valoran y se disfrutan las cosas, es a través de conseguirlo con sudor y no como regalo. Inculcó que, sin amor y respeto al prójimo, la vida no tiene sentido, pero que la mano dura es muchas veces necesaria y nunca el consentimiento. Es Pedro Opeka, el argentino que necesita Argentina.