Categoría: Leé Humanizados

Daniel ´Sargento´ Giménez

El árbitro más particular que tuvo el fútbol local. Alcanzó el rango jerárquico de Suboficial Mayor del Ejército Argentino. Participó en el conflicto del Beagle y estuvo en el puerto San Julián en la guerra de Malvinas. Campechano y cordial, pero hombre de rigor. Para él, la lealtad, dignidad y valores moldean su filosofía de vida. Hincha del Rojo. Directo y sin ambages. Humanizamos a Daniel ´el Sargento´ Giménez: detrás del traje adusto, un tipo cálido.

Luis Islas

Fue uno de los más destacados arqueros de la historia del fútbol argentino, con memorables actuaciones y grandes logros. Adentro del campo mostró notable personalidad para atajar, y afuera para confrontar con lo que creía que estaba mal. Un hombre de libre pensamiento y profundo análisis crítico. No se deja adoctrinar por la política, la religión ni ningún entrenador. Hoy transita su camino como técnico. Humanizamos a Luis Islas.

Darío Franco

Pilar de uno de los equipos más míticos que tuvo el fútbol argentino: el Newell´s de Bielsa. Campeón de las últimas dos Copa América ganadas por la Selección. Entrenador audaz con un estilo muy marcado. Dirigiendo es extremadamente pasional y efusivo. Fuera del campo es campechano y tranquilo. Humanizamos a Darío Franco, un tipo de bien.

Pablo Michelini

Gloria de San Lorenzo. Valorado y recordado en Racing. Mientras jugaba comenzó a incursionar en otros ámbitos, y hoy es un exitoso empresario en el rubro de los hidrocarburos, hotelería y gastronomía. Tras su retiro, se alejó absolutamente del fútbol y ni mira partidos. Desde los 25 años empezó a proyectar su vida para cuando abandonara las canchas. Humanizamos a Pablo Michelini, mucho más que un ex futbolista.

Ángel Sánchez

Se metió en el arbitraje para estar dentro de su gran pasión: el fútbol. Con un estilo relajado, le sacaba dramatismo al juego. Permisivo y cercano al jugador, pero chicanero cuando lo toreaban. Logró autoridad y prestigio sin necesitar imponer cara de malo. Tras su retiro se desarrolló en seis roles diferentes, todos vinculados al fútbol.
Transparente y simple. Humanizamos a Ángel Sánchez, persona de valores.

´Rayo´ Menseguez

Fue un habilidoso jugador de fútbol, de notables condiciones, pero esa etapa ya quedó muy atrás en su vida. Tras su retiro, dio un giro de 180 grados. Tenía todo preparado para ser entrenador, pero comenzó a experimentar el camino del despertar de conciencia y del autoconocimiento, entregándose absolutamente a la espiritualidad. Hoy dedica todo su tiempo y energía a la realización personal y al ser un guía para ayudar al prójimo a elevar su vibración. Humanizamos al ´Rayo´ Menseguez.

Paulo Ferrari

Jugó en solo dos equipos, muchos años en cada uno, con gran regularidad y buen nivel; demostrando lealtad, respeto y pertenencia hacia la institución que representaba. Nunca priorizó el ´salvarse económicamente´. Es uno de los defensores más goleadores de la historia de River. Compartió un mismo vestuario con Ortega, Gallardo y Almeyda. Estando como coordinador de las inferiores de Rosario Central, le pidieron que se haga cargo técnicamente de la Primera en un complejo momento, y a los ¡20 días! lo echaron. Humanizamos a Paulo Ferrari, un tipo simple.

Claudio Morresi

Fue un muy talentoso futbolista de grandes condiciones. Eso queda en segundo plano cuando se habla de su persona: un tipo íntegro, comprometido en causas nobles, culto y luchador incansable de los Derechos Humanos. Perdió un hermano en dictadura, asesinado de seis balazos en la cabeza. Fue Secretario de Deportes de la Nación. Humanizamos a Claudio Morresi, ejemplo de dignidad.

César ´Leche´ La Paglia

En voz de calificadas y prestigiosas personalidades del ambiente, tenía la misma proyección que Riquelme. Dueño de un talento natural extraordinario. Se conformó con eso y no le alcanzó. Pudo haber llegado a la élite del fútbol mundial pero no se preparó en diversos aspectos y no se la creyó lo suficiente. Enganche clásico, estratega nato. Con potrero e inventiva. Humanizamos a César ´Leche´ La Paglia, el fenómeno que no fue ni un cuarto de lo que podría haber sido.

Lucas Boyé

Cualquier entendido destacaba su gran capacidad técnica, su jerarquía en los movimientos y su imponente físico. Todo su potencial se vio opacado por las críticas recibidas, las cuales, siendo chico, no supo manejar desde lo psicológico. La típica impaciencia de una parte de los hinchas y las presiones externas, lo condicionaron desde la confianza y seguridad en sí mismo, viéndose reflejado en su juego y no pudiendo explotar en River. Humanizamos a Lucas Boyé, el muy buen jugador que no logró prevalecer ante la voracidad del mundo River.