Categoría: Leé Humanizados
Uno de los mejores nadadores de aguas abiertas del planeta. Fue campeón mundial y de las más importantes competencias: ´Santa Fe – Coronda´, ´Capri – Napoli´, Hernandarias – Paraná´. Posee el record en el cruce del Río de la Plata. Llevó su físico y su mente a los más extremos límites. Fue reconocido Personalidad Destacada del Deporte por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires. Humanizamos a Damián Blaum, el claro ejemplo de que la pasión y la dedicación pueden desafiar las más insospechadas metas.
Uno de los árbitros más emblemáticos del fútbol argentino. De tremenda personalidad, dirigía a su manera, con mucha naturalidad, y se le plantaba a cualquiera, yendo a buscar más de una vez a algún jugador a la casa. Admite que arbitraba guiado por el sentido común y el instinto futbolero, basándose en entender el juego y no tanto el reglamento, al cual no le daba demasiada importancia. Hombre de la vieja escuela: con códigos y honestidad, ante todo. Critica duramente al VAR y la generación actual de réferis. Íntimo amigo de Plácido Domingo. Fue Director del Instituto de Árbitros de la AFA durante doce años. Humanizamos a Juan Bava, de espíritu campechano.
Un caso muy singular en el fútbol: fue jugador, árbitro y entrenador. En su rol de juez, los futbolistas veían en él más un cómplice que un enemigo, porque entendía a la perfección el idioma y los códigos de ellos. De estilo descontracturado, pero con firme personalidad. Fue columnista en el Diario Olé y jefe de la Central Telefónica de San Fernando. Hoy tiene una cadena de perfumerías y es Concejal de su municipio. Padre de Matías, ayudante de campo de Marcelo Gallardo. Humanizamos a Juan Carlos Biscay, un todo terreno que salió de muy abajo, pero nunca perdió los valores; un tipo íntegro.
Es uno de los grandes docentes y maestros del fútbol argentino. Integró el mejor proceso de la historia local: el de selecciones juveniles. Trabajó al lado de siderales figuras como Pékerman, Tocalli y Bielsa. Pieza fundamental en la formación de los últimos grandes baluartes de nuestro país: Messi, Agüero, Tévez, Mascherano, Saviola, Aimar, Gabi Milito, entre tantos. Emblema de uno de los equipos más míticos de Argentina: ´Los Matadores´ (campeón invicto con San Lorenzo del Metropolitano 68). Humanizamos a Miguel Ángel Tojo, pasión y vocación por la enseñanza.
Es uno de los preparadores físicos argentinos más reconocidos y míticos. Compartió muchísimo tiempo con Maradona, y también entrenó a Messi. Su figura trasciende sideralmente su profesión para convertirse en uno de los personajes más interesantes que se pueden encontrar dentro del deporte: de una profundidad y capacidad de reflexión sublime, con un enorme desarrollo espiritual e intelectual; se anima a cuestionar y ser disruptivo con el statu quo en pos de pregonar sus valores e ideas. Humanizamos a Fernando Signorini, cabeza y alma puesta al servicio del otro y la búsqueda de un mundo mejor.
El árbitro más particular que tuvo el fútbol local. Alcanzó el rango jerárquico de Suboficial Mayor del Ejército Argentino. Participó en el conflicto del Beagle y estuvo en el puerto San Julián en la guerra de Malvinas. Campechano y cordial, pero hombre de rigor. Para él, la lealtad, dignidad y valores moldean su filosofía de vida. Hincha del Rojo. Directo y sin ambages. Humanizamos a Daniel ´el Sargento´ Giménez: detrás del traje adusto, un tipo cálido.
Fue uno de los más destacados arqueros de la historia del fútbol argentino, con memorables actuaciones y grandes logros. Adentro del campo mostró notable personalidad para atajar, y afuera para confrontar con lo que creía que estaba mal. Un hombre de libre pensamiento y profundo análisis crítico. No se deja adoctrinar por la política, la religión ni ningún entrenador. Hoy transita su camino como técnico. Humanizamos a Luis Islas.
Pilar de uno de los equipos más míticos que tuvo el fútbol argentino: el Newell´s de Bielsa. Campeón de las últimas dos Copa América ganadas por la Selección. Entrenador audaz con un estilo muy marcado. Dirigiendo es extremadamente pasional y efusivo. Fuera del campo es campechano y tranquilo. Humanizamos a Darío Franco, un tipo de bien.
Gloria de San Lorenzo. Valorado y recordado en Racing. Mientras jugaba comenzó a incursionar en otros ámbitos, y hoy es un exitoso empresario en el rubro de los hidrocarburos, hotelería y gastronomía. Tras su retiro, se alejó absolutamente del fútbol y ni mira partidos. Desde los 25 años empezó a proyectar su vida para cuando abandonara las canchas. Humanizamos a Pablo Michelini, mucho más que un ex futbolista.
Se metió en el arbitraje para estar dentro de su gran pasión: el fútbol. Con un estilo relajado, le sacaba dramatismo al juego. Permisivo y cercano al jugador, pero chicanero cuando lo toreaban. Logró autoridad y prestigio sin necesitar imponer cara de malo. Tras su retiro se desarrolló en seis roles diferentes, todos vinculados al fútbol.
Transparente y simple. Humanizamos a Ángel Sánchez, persona de valores.